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Ecodiseño en la construcción y su afectación a los sistemas de climatización y calefacción

 

Ecoturismo, ecotransporte, ecommerce, ecoparques… El prefijo “eco” inunda nuestro vocabulario con implicaciones en diferentes campos de nuestras vidas. El desarrollo sostenible, el respeto por el medio ambiente y la ecología están en boca de todos con el objetivo de dejar un planeta mejor que el que nos hemos encontrado. Nuestro sector no es ajeno a todos estos movimientos. El mundo de la calefacción y de la climatización también ha de pensar en verde para aportar su pequeño granito de arena a la causa y lo consigue gracias al ecodiseño.

El ecodiseño se origina debido a la necesidad de fomentar la instalación de tecnologías más eficientes y que reduzcan su huella en el medio ambiente. Consiste en incorporar diferentes criterios ambientales en todo el ciclo de vida de un producto, desde su fabricación hasta su eliminación. Por lo tanto, el diseño ecológico afecta a fabricantes, instaladores y a usuarios. Unas prácticas que se convirtieron en normas en 2015 con la entrada en vigor de las reglamentaciones europeas sobre ecodiseño y etiquetado energético.

Cuando hablamos de ecodiseño dentro del sector de la climatización y de la calefacción, nos referimos al impacto medioambiental y la eficiencia energética de los productos con los que trabajamos, como son los calentadores de agua, las calderas de gas y gasóleo, las bombas de calor, los termos eléctricos, los equipos de aire acondicionado…

Para ello hemos de fijarnos en la etiqueta energética de los productos. Esta marca ha de estar visible de manera obligatoria por parte del fabricante. Este etiquetado atiende a los criterios de la legislación europea y valora, en una escala de la A a la G, factores como la eficiencia energética, la emisión de gases contaminantes y la posibilidad de reutilizar los materiales del producto o los residuos que deja cuando su usuario quiere deshacerse de él. La clase A, de color verde, en la más eficiente, mientras que la G, en color rojo, es la que ofrece peores prestaciones en este sentido. Debido a la mejora de la eficiencia energética de muchos productos, a la escala A se han añadido tres clases adicionales: A+, A++ y A+++.

¿Qué hemos de hacer si queremos trabajar el ecodiseño?

Como personas que formamos parte de este planeta, los instaladores de aparatos de climatización y calefacción debemos asumir nuestra parte de responsabilidad en el cuidado del ecosistema. Seguiremos una estrategia basada en cuatro claves:

Materiales: elegiremos componentes de bajo impacto ecológico, renovables, reciclados o reciclables.

Fabricación: preferiremos los productos cuyo fabricante haya respetado el medio ambiente mediante el uso de energías renovables, que haya reducido las fases de producción y tenga una óptima gestión de sus residuos.

Distribución: optimización del sistema de embalaje o envasado, con materiales limpios y reutilizables.

Vida útil: procuraremos seleccionar productos con una gran durabilidad y que se puedan volver a utilizar. También valoraremos que su mantenimiento y restauración sean fáciles y que se pueda hacer un tratamiento seguro de sus residuos.

El empleo de sistemas de climatización y de calefacción respetuosos con el medio ambiente nos beneficiará a nosotros como empresa, al usuario y, obviamente, al planeta. Nosotros trabajaremos con productos de mayor calidad, con más eficiencia energética y que generan menos residuos. En términos económicos, la utilización de estas técnicas ayuda en muchos casos a la reducción de los costes asociados a la obtención y el tratamiento de las materias primas, a la producción y el consumo energético, al transporte y distribución de productos, y al tratamiento de los residuos generados. Además. los gastos asociados a seguros son, en general, más bajos.

Nuestro cliente contará con un producto más duradero, que consume menos y que se puede reparar fácilmente. Por último, la sociedad tendrá a su alcance un mayor número de recursos que podrán ser destinados a otros productos o servicios y un planeta un poco más sano.

El ecodiseño establece una hoja de ruta con diferentes caminos. Pero nosotros, como empresarios o autónomos, no debemos obsesionarlos con recorrerlos todos. Intentaremos no comprometer otros factores importantes para el buen funcionamiento de nuestro negocio, como el precio, la calidad, la funcionalidad o la seguridad.