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La Calidad del Aire Interior, un aspecto decisivo para mejorar la salud en espacios cerrados

Existen distintos métodos para incrementar el CAI y evitar las consecuencias de una mala calidad ambiental

La Calidad del Aire Interior es el estándar que asegura que el aire que se respira dentro de un espacio interior es idóneo y no afecta a la salud de las personas que lo habitan. Si bien ya era un aspecto importante para los profesionales de nuestro sector, las circunstancias excepcionales que vivimos hacen que pasemos más tiempo en casa y, por tanto, el CAI gana más peso en nuestro trabajo. Es una demanda creciente en el mercado a la que podemos dar servicio con los medios adecuados.

El RITE incluye una serie de requisitos que debe cumplir el aire interior. Entre esas exigencias se incluye que las instalaciones térmicas del espacio, tales como calefacción, refrigeración y ventilación, permitan mantener un CAI adecuado para la salud y la seguridad de las personas. Si no se consigue una buena Calidad del Aire Interior, es muy probable que aparezcan enfermedades que afectan al sistema respiratorio y que decaiga el estado general de la persona, aumentando su sensación de debilidad. Además, esa poca salubridad del aire favorece el contagio de enfermedades infecciosas, como es el caso del coronavirus.

Los contaminantes que alteran el CAI pueden ser de tres tipos, que dependen de la actividad que se desarrolle en estos espacios:

• En primer lugar los químicos, tales como el dióxido y monóxido de carbono.
• También hay que tener en cuenta los físicos, a través de fibras, polvo o variaciones de   temperatura.
• Por último, los biológicos, como pueden ser bacterias, virus u hongos.

¿Qué podemos hacer para incrementar el CAI?

Son varias las soluciones que podemos adoptar para aumentar la Calidad del Aire Interior, y con ello incrementar la salud, productividad y confort de las personas que acuden a un espacio de manera frecuente.

Mejorar la ventilación

Es de lógica que un mejor CAI pasa por una renovación periódica del aire. Existen varias fórmulas para dotar a una estancia de esa ventilación sin que suponga un gran consumo energético. Además de la clásica ventilación manual, la ventilación mecánica controlada puede ser una buena solución, ya que permite dar salida al aire de mala calidad, introduciendo en el espacio aire filtrado sin partículas nocivas. En algunos casos, si la renovación de aire dispone de recuperador de calor, el aire puede entrar ya climatizado aprovechando la energía del aire expulsado, lo que supone un consiguiente ahorro energético.

Purificar el aire desde dentro

Otra opción para mantener ese CAI en unos niveles adecuados es la incorporación de sistemas que limpian el propio aire que se genera en el espacio. Los purificadores de aire reducen gérmenes, alérgenos y partículas que se encuentran en suspensión en el aire. Los humidificadores aportan la humedad necesaria para estar en unos valores entre el 40% y 60%, los óptimos para la salud y confort. Los deshumidificadores quitan la humedad necesaria en caso de ambiente húmedo, los ionizadores purifican el aire decantando las partículas y gérmenes que se encuentran en suspensión y los ozonificadores generan ozono desinfectando los virus y bacterias que se encuentran en la estancia.

Renovar los sistemas de climatización

A medida que se van actualizando los modelos, los sistemas de climatización de aire incluyen filtrados más precisos de sustancias nocivas, a través de fibras poliméricas. Tenemos que incidir en ello ante el cliente, haciéndole ver que, aunque no tiene que cambiar el sistema de climatización cada poco tiempo, sí es importante que lo mantenga medianamente actualizado. Las últimas novedades en filtrado indican que se está consiguiendo obtener fibras de tamaño nanométrico para retener posibles tóxicos.

Apelar a la responsabilidad del cliente

No hay que olvidar que una parte fundamental de la tarea también recae en el cliente, y nuestra responsabilidad como profesionales también es la de orientarle para evitar malas prácticas que puedan reducir la Calidad del Aire Interior. Consejos como no fumar en estos espacios, no utilizar productos de limpieza tóxicos, no decorar la estancia con elementos que cojan mucho polvo o no utilizar equipos de desinfección como los generadores de ozono sin supervisión de un profesional, entre otros, pueden ser útiles para que tomen conciencia sobre lo importante que es un aire interior adecuado. Como veis, el CAI es un elemento de mucha importancia en toda clase de espacios interiores.